Fobia Social

Tratamiento de la Fobia Social en Sevilla | Psicólogos especializados 

La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, es un problema psicológico que afecta a miles de personas, limitando su día a día y provocando un profundo malestar emocional. Se caracteriza por un miedo persistente e intenso a las situaciones sociales o de evaluación, como hablar en público, interactuar con desconocidos o realizar actividades en presencia de otros.

En Cribecca Psicología, contamos con un equipo de psicólogos especializados en fobia social en Sevilla, con años de experiencia ayudando a personas a recuperar su bienestar y seguridad personal. Si sientes que el miedo a ser juzgado te impide vivir con normalidad, podemos ayudarte con un tratamiento eficaz y personalizado.

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"Nada impide tanto que seamos naturales, como el deseo de parecerlo"

François, Duc de La Rochefoucauld

¿Qué es la fobia social y cómo se manifiesta?

Según la American Psychiatric Association (2013), la fobia social es un trastorno de ansiedad que provoca un miedo intenso y desproporcionado a situaciones en las que la persona cree que será observada o evaluada. Este temor puede ser tan elevado que lleva a evitar las situaciones temidas o a soportarlas con un alto grado de ansiedad.

Síntomas comunes de la fobia social:

  • Taquicardia, temblores, sudoración excesiva, tensión muscular, voz temblorosa

  • Rubor facial, visión borrosa o dificultad para concentrarse

  • Miedo a hacer el ridículo, a quedarse en blanco o a no saber qué decir

  • Anticipación negativa días antes de una interacción social

  • Evitación constante de contextos sociales o profesionales

  • Aislamiento progresivo y baja autoestima

  • En algunos casos, crisis de pánico en las situaciones temidas

Situaciones sociales más temidas

Cada persona vive la fobia social de manera distinta, pero las situaciones que suelen generar más ansiedad incluyen:

  • Participar en reuniones o fiestas

  • Mantener conversaciones con desconocidos

  • Hablar en público o con figuras de autoridad

  • Comer o beber en restaurantes o espacios públicos

  • Hablar por teléfono

  • Hacer una presentación o entrevista de trabajo

  • Realizar devoluciones o trámites en tiendas

  • Cometer errores o quedar en evidencia en público

Estas situaciones pueden generar tanto malestar que la persona termina evitando cada vez más actividades, reduciendo su vida social y limitando su desarrollo personal y profesional.

Fobia Social o Timidez

Es importante distinguir entre la timidez y la fobia social. Mientras que la timidez es un rasgo de personalidad que no siempre causa malestar, la fobia social es un trastorno que puede llegar a ser incapacitante. La diferencia clave está en:

  • La intensidad del miedo y de los síntomas físicos

  • El grado de evitación de situaciones sociales

  • El impacto negativo en la calidad de vida

Las personas con fobia social son plenamente conscientes de que su miedo es excesivo o irracional, pero no pueden evitar sentirlo. Esto puede generar un círculo vicioso de ansiedad, evitación y deterioro emocional.

En la siguiente tabla podemos ver algunas de las principales diferencias entre fobia social y timidez:

                                Timidez

                           Fobia Social

  Rasgo de personalidad normal

  Trastorno psicológico

  Inhibición y reticencia social

  Presencia de ansiedad notable, incluso angustia, en las

  situaciones sociales evaluativas o en la anticipación

  de las mismas           

  Puede participar en interacciones sociales cuando sea necesario 

  Propensos a mostrar una ejecución social pobre

  Menos propenso a evitar situaciones sociales 

  Evitación frecuente y generalizada de las situaciones sociales

  Muy común en la población 

  Menos común en la población

  Tiene un curso transitorio para muchas personas

  Mayor duración, más crónica y no-remitente

  Aparición temprana, quizá en los años preescolares

  Aparición en la adolescencia

  Menor deterioro de la vida cotidiana 

  Mayor deterioro social y ocupacional

Consecuencias de no tratar la Fobia Social

No tratar la fobia social puede tener un impacto profundo y duradero en todas las áreas de la vida de una persona. Aunque en un principio puede parecer un problema puntual de ansiedad en contextos sociales, con el tiempo tiende a cronificarse, limitando el desarrollo personal, social y profesional de quien lo padece.

Muchas personas que sufren este trastorno tienden a normalizar su malestar, pensando que son simplemente “tímidas” o que con el tiempo se les pasará. Otras sienten tanta vergüenza o miedo a ser juzgadas que no se atreven a acudir a un profesional. De hecho, según diversos estudios, las personas con fobia social tardan una media de 10 a 16 años en pedir ayuda psicológica, lo que agrava notablemente su situación.

Principales consecuencias de no tratar la fobia social:

🔹 Aislamiento progresivo:


La evitación constante de situaciones sociales genera un círculo vicioso que lleva a reducir drásticamente las interacciones con el entorno. Esto no solo limita las oportunidades de socializar, sino que puede derivar en soledad crónica, incomprensión y pérdida de vínculos afectivos importantes.

🔹 Ansiedad generalizada y anticipatoria:

El miedo no se limita a la situación concreta, sino que se anticipa días o semanas antes, generando un estado de tensión constante. La persona vive en alerta, temiendo constantemente futuras interacciones sociales.

🔹 Depresión secundaria:


El aislamiento, la sensación de fracaso, la pérdida de oportunidades y la baja autoestima asociada a la fobia social pueden derivar en una depresión clínica, aumentando el malestar emocional y dificultando aún más la motivación para buscar ayuda.

🔹 Baja autoestima y autoconcepto negativo:

Las personas con fobia social suelen desarrollar una visión muy crítica de sí mismas. Se perciben como inadecuadas, aburridas, torpes o no interesantes, lo que refuerza aún más su miedo a la evaluación negativa.

🔹 Dificultades en el ámbito laboral o académico:

El temor a hablar en público, asistir a reuniones o realizar presentaciones puede llevar a evitar oportunidades laborales, rechazar ascensos, abandonar estudios o perder entrevistas. Esto puede traducirse en una pérdida real de oportunidades profesionales y económicas.

🔹 Problemas en las relaciones personales y de pareja:

Establecer relaciones afectivas sanas y duraderas requiere comunicación, apertura emocional y contacto social. La fobia social puede dificultar el inicio y el mantenimiento de relaciones íntimas, generando conflictos, inseguridad, rupturas o relaciones poco sanas.

🔹 Uso de sustancias para afrontar situaciones sociales:


Algunas personas recurren al consumo de alcohol, ansiolíticos u otras sustancias para “relajarse” o afrontar eventos sociales, lo que puede derivar en una dependencia y empeorar el cuadro clínico.

🔹 Empobrecimiento del estilo de vida:

La persona con fobia social puede evitar hacer actividades que los demás disfrutan: viajar, asistir a eventos, practicar hobbies o incluso realizar tareas cotidianas como hacer la compra o ir al gimnasio. Esto contribuye a una pérdida de calidad de vida significativa.