Alzheimer

Síntomas y tratamiento del Alzheimer - Psicólogos Sevilla

La enfermedad de Alzheimer es la forma más habitual de demencia, en España se calcula que hay unas 600.000 personas que la padecen. Esta cifra puede triplicarse en los próximos 30 o 40 años debido al envejecimiento de la población.

Se trata de una enfermedad que empieza a manifestarse poco a poco, y su curso es progresivo, degenerativo y crónico. Es adquirida, es decir, existe una disminución de las capacidades mentales con respecto al funcionamiento previo de la persona. Y el deterioro mental que produce es múltiple, afectando a la memoria, la atención, la percepción, el lenguaje, la movilidad y del comportamiento.

Es una enfermedad muy incapacitante, pues deteriora el funcionamiento y la autonomía de la persona en todos los ámbitos de su vida.

Su origen es complejo, interviniendo gran variedad de factores tanto genéticos como ambientales. Pero no existe, de momento, una explicación definitiva de su causa.

El principal factor de riesgo de la Enfermedad de Alzheimer, y también el más estudiado, es la edad. La probabilidad de padecer esta enfermedad aumenta con los años, a partir de los 85 años el riesgo aumenta hasta en un 30%.

Otros factores de riesgo son la herencia genética, el género (es más frecuente en mujeres), factores cardiovasculares y nutricionales.

Entre los factores que previenen la enfermedad de Alzheimer encontramos las actividades intelectuales y físicas, y mantener una vida social y afectiva activa.

Dentro de la Enfermedad de Alzheimer podemos distinguir dos tipos:

De inicio temprano: antes de los 65 años. Es la menos común y está más relacionada con factores hereditarios.

De inicio tardío: después de los 65 años.

Síntomas de la Enfermedad de Alzheimer:

Esta enfermedad de caracteriza por la aparición de tres síntomas encadenados:

  1. Trastornos de memoria
  2. Otros trastornos cognitivos
  3. Trastornos psicológicos y del comportamiento

Además, aparecen una serie de alteraciones funcionales que afectan a la realización de las actividades de la vida diaria.

El primer síntoma es la pérdida de memoria, y posteriormente, se suman los demás trastornos cognitivos, que producen un decremento global de todas las capacidades mentales de la persona.

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1) Alteración de la Memoria:

Aparecen dificultades tanto para aprender nueva información como para recordarla.

Primero afecta a la capacidad para retener información nueva (por ejemplo: recordar los nombres de la persona que acaba de conocer o resumir una noticia que acaba de leer). Posteriormente afecta a la memoria reciente (por ejemplo: no saber dónde ha dejado un objeto, no sabe lo que hizo la semana pasada,  no saber que ha desayunado). Por último afecta a la memoria remota e incluso a la memoria de la propia vida (por ejemplo: no recuerdan en qué han trabajado, si han tenido hijos, etc).


2) Otros Trastornos Cognitivos:

Agnosias: es la alteración para reconocer el mundo que nos rodea,  por la entrada visual, auditiva, táctil, olfativa y alteraciones del reconocimiento en el esquema corporal. Pero sin que se encuentre alterada la visión, la audición, el tacto, el olfato y el gusto.

Por ejemplo: Reconocer las letras o los números, reconocer objetos cotidianos, reconocer las caras de familiares o amigos, reconocer los colores, etc.

Alteraciones en la orientación: en las fases más leves una de las características típicas es la desorientación temporal en la fecha, el mes, el día de la semana, incluso la época del año. En fases moderadas y  graves la desorientación temporal es completa.

También aparece desorientación espacial (no saben donde se encuentran).

Deterioro del lenguaje (afasias): En las fases más leves aparece dificultad para evocar palabras o nombres de personas, estas dificultades se dan cada vez con más frecuencia. En fases más avanzadas la capacidad para comprender el lenguaje se ve afectada aunque pueden conservar la capacidad de repetir palabras.

En la fase terminal existe una grave reducción de todas las capacidades lingüísticas, tanto expresivas como en la comprensión del lenguaje

También se ven afectados la lectura, la escritura y el cálculo.

Apraxias: Es el deterioro o pérdida de la facultad de realizar movimientos coordinados para un fin, sin que exista un problema motor.Por ejemplo: incapacidad para saludar con la mano, incapacidad para imitar gestos, dificultad para copiar un dibujo, dificultad para poner las prendas en las partes del cuerpo correspondientes, etc.

Deterioro ejecutivo: dificultad para razonar de forma lógica, dificultad para planificar tareas, dificultades para entender la secuencia de una tarea, dificultades para la organización de tareas o proyectos futuros, incapacidad para encontrar semejanzas o diferencias entre dos objetos, pérdida de la capacidad de juicio o autocrítica y pérdida de conciencia de la propia enfermedad.

3) Trastornos Psicológicos y del Comportamiento:

En las personas con enfermedad de Alzheimer pueden desarrollarse comportamientos violentos como amenazas verbales, agitación, agresiones físicas, o incluso auto agresiones. Estos constituyen los trastornos de conducta más peligrosos, difíciles de manejar por el cuidador y más generadores de estrés.

También son muy frecuentes, las quejas repetidas, enfados y hostilidad, que a veces se producen por un carácter difícil previo, pero se agravan por el deterioro cerebral y por los sentimientos de impotencia y frustración.

Otros Problemas que pueden aparecer:

Deambulación: camina sin un  rumbo determinado y puede ocasionar que la persona se pierda.

Inquietud motora

Trastornos de la conducta sexual: Lo más habitual es que se inhiba la sexualidad, pero en ocasiones, con más frecuencia en los varones, se incrementan los comportamientos sexuales con un lenguaje obsceno, tocamientos, desnudarse en público, masturbación, etc

Trastornos del sueño y de la alimentación

Ansiedad: Afecta alrededor del 40% de las personas con enfermedad de Alzheimer

Se puede presentar en distintos grados,desde sentimientos internos de intranquilidad hasta manifestaciones corporales (sudoración, temblor de manos, palpitaciones, etc).

Depresión: Entre el 40-50% de las personas con enfermedad de Alzheimer padecen depresión.

Los trastornos depresivos se presentan generalmente en las fases iniciales de la enfermedad, cuando aun las funciones cognitivas permiten cierto nivel de conciencia y de crítica. También es posible que aparezca cuando aun la enfermedad de Alzheimer no se ha llegado a manifestar, con lo que se considera un síntoma previo de esta.

Delirios: Son creencias falsas e irracionales que la persona cree como ciertas y hace que se pierda el contacto con la realidad. Son muy frecuentes en la enfermedad de Alzheimer (entre el 15- 43% de las personas lo sufren)

Se pueden presentar en cualquier momento de la enfermedad pero son más frecuentes en las fases moderadas y avanzadas.

Alucinaciones: Una persona con alucinaciones puede ver, oír, oler o tener sensaciones táctiles de cosas que no existen en el mundo real. La persona  puede ser conscientes de la falsedad del fenómeno, o bien  creer que es real y actuar en función de lo que está percibiendo. Según la naturaleza de la alucinación, la respuesta puede ser de miedo o terror o bien de alegría y diversión.

Aparecen entre el 15- 35% de las personas con enfermedad de Alzheimer.

4) Alteraciones Funcionales:

La enfermedad de Alzheimer deteriora la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.

Tipos de actividades de la vida diaria:


1. Actividades básicas: Aquellas tareas propias del autocuidado. Vestirse, caminar, bañarse, comer sin ayuda, etc

2. Actividades instrumentales: implican la capacidad para poder llevar una vida independiente. Realizar tareas del hogar, compras, manejar medicación, manejar el dinero, coger el teléfono, utilizar transporte público, etc

3. Actividades avanzadas: aquellas tareas más complejas que lleva a cabo la persona como parte de su realización personal. Aficiones, actividades sociales, deportes, etc

En las fases tempranas de la enfermedad, se deterioran las actividades avanzadas e instrumentales, y en las posteriores, se pierden las habilidades más básicas, hasta llegar a una dependencia total del cuidador.


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